Esta criatura tiene un pelaje de color rosado que cubre todo su cuerpo exceptuando su cabeza y las manos -que tienen un color amarillento- y su lado interior, el cual lo cubre una dura coraza. Se les encuentra deambulando por escenarios, siempre en manada. Es muy inusual verles sólos, únicamente sus líderes Congalala -mucho más grandes que los Conga- han sido avistados caminando en solitario. También existen Congalalas de color esmeralda, pero se ha pensado que es la consecuencia de haberse alimentado de más vegetales que carne; he ahí la causa del hecho de que no haya Congas verdes, ya que todos nacen rosas y tienden a adaptarse según sus necesidades y hábitos.
Su familiar más cercano es el Blango, del cual diferencia no sólo por el físico anteriormente mencionado, sino también por su habilidad de tirar pedos a los cazadores nada más avistarlos. El Conga es una criatura agresiva por naturaleza, y además de embestir a los cazadores, saltar encima de ellos y ensuciarles, llena los pulmones de aire para sacar la tripa y usar su coraza como escudo impenetrable.
Buscado por su piel rosada, apreciado a la hora de hacer armaduras.
Cómo darle caza
Enfrentarse a un Conga es un juego de niños. Aunque su índice de vida sea considerablemente alta, no suele oponer ninguna pega, y podemos atacarle sin miedo a fuertes embestidas por su parte. Hasta cuando usa su coraza para protegerse tenemos su talón de aquiles fácilmente alcanzable: su parte trasera. Eso sí, tener cuidado con sus pedos, que una vez que nos hayan dejado con un terrible tufo no podremos restaurar efectos perjudiciales hasta que los efectos cesen. Para acelerar el proceso, usad el desodorante.
Arma recomendada: Cualquier arma
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